UN PASEO POR LAS NUBES.CLINIC PICOS DE EUROPA-entrenandojuntos.es- 19 -22 de julio de 2023.

29.07.2023

Los Picos de Europa constituyen un macizo montañoso de la parte central de la Cordillera Cantábrica, siendo en la actualidad el 2º parque nacional más visitado de España, después del P.N. del Teide.

Este macizo de piedra caliza de unos 550 km² presenta desniveles superiores a los 2500 m. en algunas de sus vertientes, con cañones modelados por la erosión del agua, rico en cimas de diferente dificultad técnica según la estación, grutas, lagos, bosques de hayedos y encinas y una fauna de montaña única- rebecos, jabalíes,urogallos,entre otros-.

En esta zona,doy fe, encontraremos también algunos de los quesos más apreciados de nuestro país.

Administrativamente, nos situamos en la provincia de León, en la frontera con Asturias. Los Valles de Valdeón y Sajambre conforman la vertiente leonesa del Parque Nacional de Picos de Europa.

DÍA 1 (19/07/23).

Llegamos al aeropuerto de Oviedo, el más cercano a Maraña,sobre las 6 de la tarde del miércoles.

Después de un trayecto de 2 horas,tras una parada de avituallamiento en Puebla de Lillo, llegamos a Maraña.

Maraña es un pueblo de alta montaña de 115 habitantes, enclavado en el Parque Regional Montaña de Riaño y Mampodre, a unos 100 km. de la capital, León. Mampodre cuenta con 13 cimas superiores a los 2000 m. de altitud.

Aquí tienes un enlace a un pequeño documental. Documental-El pequeño Himalaya leonés(Mampodre).

Por suerte para nosotros, esta zona fue una de las pocas de España que no sufría la ola de calor durante esa semana.

Habíamos acordado llevar la equipación adecuada a la previsión del tiempo-se preveía lluvia-, pero "por si" llevábamos también ropa fresca, y no podía faltar un buen chubasquero, que el verde del norte no es gratis.

Para acceder al Macizo Mampodre se requiere estar preparado fisicamente ; además, en mi opinión, a menos que seas un montañero experto,es necesario contratar los servicios de un guía de montaña. Fue nuestro guía quien nos recomendó alojarnos en un albergue de montañeros.

Al albergue llegaríamos a las nueve y pico de la noche, aunque aún no había anochecido, justos para la cena.Los anfitriones del albergue tuvieron el detalle de no agobiarnos con el tiempo límite-hasta las 10-, teniendo en cuenta que veníamos de "muy lejos".

Nos ofrecieron una pasta con chorizo y unas longanizas con papas, platos sencillos, aunque contundentes para nosotros, poco acostumbrados a cenar tan fuerte; pero estaba todo riquísimo y teníamos hambre, nos supo a gloria.

En el albergue, las normas de silencio y horarios se hacen respetar,algo muy necesario cuando se comparten instalaciones.

Nos fuimos a la cama enseguida; al día siguiente comenzaría la verdadera aventura.

DÍA 2 (20/07/23).

Nos levantamos sobre las siete de la mañana, tras una noche de sueño ligero por la emoción de comenzar nuestra andanza, y por la cena también. Definitivamente, esta es tierra de montañeros.

Tras un desayuno ligero, nos equipamos para la "batalla", y nos ponemos en marcha para alcanzar, una hora de coche más tarde, el municipio de Posada de Valdeón.

Cordiñanes de Valdeón es una pequeña localidad montañesa de la provincia de León. Como dato curioso, la orografía de esta zona la convirtieron en el último refugio de los cántabros frente a las invasiones romanas.

Comienza nuestra ruta circular y la cosa comienza a ponerse "ardua" en la subida al refugio de Collado Jermoso, a una altura de 2064 m.

En apenas 5 km. llegamos a acumular un desnivel de 1300 m. positivos, en un ascenso bastante complicado y técnico.

Este tipo de terreno, típico de Picos de Europa, no tiene nada que ver con lo que acostumbramos a pisar en Canarias.

En este valle hay que trepar, buscar el equilibrio, subir, bajar, no mirar a los lados; pero con todo ¡cómo se disfruta si amas la montaña!.

Durante nuestra ruta pudimos disfrutar de pedreras con inclinación de vértigo, senderos esculpidos en las rocas, argayos, vegas de pastoreo y apacibles bosques de hayas. Se trata de una ruta que te hace sentir pequeño frente a la naturaleza, a la vez que orgulloso de vencer "ciertos miedos" -alguna "trepadita" hubo que hacer-.

La duración de la ruta siempre va a depender del ritmo del grupo y las paradas que se hagan; nosotros nos recreamos haciendo fotos y disfrutando de un paisaje de postal.

Durante este recorrido, uno de nuestros compañeros del clinic se "ganó" una pedrada caída de la montaña durante el ascenso; afortunadamente, quedó en una anécdota sin consecuencias.

Hay que destacar que no fue un entrenamiento sencillo, la dificultad técnica no es que fuera muy alta, pero sí contamos con una pendiente de media muy elevada, con gran desnivel; incluso hubo que usar las manos en determinados momentos.

El sendero no es precisamente una alfombra, ya que está tallado sobre la roca, con zonas bastante estrechas en algunos tramos y una verticalidad considerable.

Afortunadamente, el terreno no estaba resbaladizo; en invierno, la dificultad técnica es tal que no se recomienda su ascensión si no eres un montañero experimentado.

No son éstas montañas para principiantes, hay que tener cierta experiencia y, como apunté antes, la guía de un montañero experto es esencial.

En el siguiente enlace verás una noticia sobre un suceso ocurrido unos días después de nuestra vuelta.

https://www.elcomercio.es/sociedad/sucesos/rescatan-montanera-holandesa-picos-europa-ataque-panico-leon-20230726160046-nt.html

Por fin llegamos al refugio de montaña, donde paramos una media horita para disfrutar de unas vistas incomparables y un merecido tentempié.

Seguimos nuestro camino durante dos horas más de subidas y bajadas suaves de piedra suelta hasta que se nos presenta un descenso "complicadillo", muy técnico y exigente, seguido por otros más llevaderos hasta llegar al pueblo, finalizando nuestra ruta del día.

Después de unos cafecitos,regresamos al albergue para el protocolo ducha+cena+paseo diario por el pueblo.

En el Bar Calleja pudimos disfrutar del ambiente típico de un pueblo de montaña; la experiencia fue inolvidable,escuchando nuestras propias batallas y las de otros.

Esa noche, ya de vuelta en el albergue, sí que dormimos profundamente, cansados de un día intenso de ejercicio y vivencias.

DÍA 3 (21/07/23).

En nuestro tercer día de ruta, partimos desde Puebla de Lillo; 21 km. de sendas, caminos y praderas, un entorno natural ideal, con la ascensión al Pico Susarón.

Atravesando el puente sobre el río Silván, nos dirigimos a Los Callejos. Teníamos por delante una subida corta por pista forestal hasta llegar a un sendero, bajando por el prado hasta la pista de la Cervatina, por terreno inclinado con algo de dificultad.

La subida al pico es durilla, aunque no de gran dificultad técnica, estando la vía de ascensión bien señalizada.

A 10 km. ya de Puebla de Lillo, nuestra meta, pudimos trotar ya por un sendero sencillo con las espectaculares vistas de los picos y macizos que lo rodean.

Nuestro homenaje del día fue esta vez un almuerzo tardío en una tasca del pueblo,donde disfrutamos de las especialidades de la zona.

Y de vuelta al albergue a disfrutar de nuestra última noche en él; al día siguiente nos iríamos para Oseja de Sajambre.

Nuestra "última" cena en el albergue consistió en un cocido, con su sopa de fideos -increíble- y unas hamburguesas caseras con papitas fritas. ¡Gran despedida de día de fiesta nos dieron!

DÍA 4 (22/07/23).

Nuestro último día de aventuras no madrugamos tanto; teníamos tiempo hasta las 9 para el desayuno y despedirnos de nuestros anfitriones, Carolina y Anselmo.

De camino ya a Oseja, nos desviamos a Riaño, donde tomamos café disfrutando de las vistas del embalse, con el recuerdo en la historia de los pueblos que fueron anegados para su construcción.

Continuamos con nuestra ruta en coche hacia Oseja de Sajambre contemplando un paisaje que te deja sin habla; agua y verde por todas partes -cascadas y cauces de agua en pleno mes de julio que nos dejaban maravillados-.

Soto de Sajambre es una localidad leonesa a 930 metros de altitud, con menos de 70 habitantes, en el Valle de Sajambre.

Nuestro último recorrido circular desde el pueblo hasta el refugio de Vegabaño fue de unos 3 km. de ascenso suave y muy "corrible", seguido por una senda boscosa dentro del hayedo hasta Majada de Vegabaño, donde pudimos disfrutar de unas formidables vistas del Macizo Central.

De vuelta a Soto de Sajambre seguimos por una pista con descenso suave atravesando el bosque y las praderas colindantes hasta encontrarnos de nuevo con el refugio, donde, ¿cómo no?, paramos a tomar café.

Nos desviamos 7 km. para aumentar nuestro "kilometraje" y ya, atravesando parajes con muy bajo impacto humano, acabamos nuestro circuito de 21 km. en nuestro último día de entrenamiento.

Esa noche dormiríamos en un hostal del pueblo; pero como aún era temprano, decidimos visitar un famoso y pintoresco foodtruck regentado por unas vecinas de la zona llamado "Pasqualina"- la historia del nombre tiene significado-.

Allí tomamos unos aperitivos; más tarde cenaríamos en el hostal.

DÍA 5 (23/07/23).

Toca regresar a casa.

Con un trayecto de dos horas y media por delante hasta el aeropuerto, tomamos un desayuno ligero.

Es hora de ponernos en marcha hacia el aeropuerto,pasando por Cangas de Onís-recordando antiguos viajes-.El cansancio parece que ha hecho mella en nosotros; vamos todos calladitos,seguramente rememorando lo vivido durante los días previos.

Es el momento de despedirnos de nuestro amigo y guía de montaña, que tuvo el detalle tanto de recogernos como de llevarnos al aeropuerto- servicio completito-.

Me vuelvo a casa,nostálgico, pero con la esperanza de volver a vivir juntos nuevas aventuras; prometo volver.

Este viaje al "Camino de Santiago" de los montañeros nos dejó grabadas en la retina formaciones rocosas imposibles, paisajes de una belleza única.

"HAY LUGARES DONDE UNO SE QUEDA Y LUGARES QUE QUEDAN EN UNO".

En lo inmenso de aquellas vistas, sientes que le debes respeto a la vida, que hay que agradecerle a la naturaleza que nos regale momentos inolvidables, viendo el agua manar de las piedras, atravesando praderas interminables; con balcones naturales que nos íbamos encontrando en el camino y desde donde pudimos disfrutar de unas vistas inolvidables.

Puede que esta conclusión te suene cursi, pero esta fue la experiencia. Si algo tengo claro es que voy a repetirla.

Es mejor vivir más experiencias que tener más cosas. Contar experiencias es mucho mejor que contar pertenencias.