LAS ZAPATILLAS PERFECTAS.
Cualquier zapatilla de Trail debe cumplir unos requisitos básicos de agarre, amortiguación, protección y sujeción del pie, además de proporcionar estabilidad para hacer frente a terrenos exigentes (gravilla, terreno pedregoso, suelo mojado y resbaladizo, etc).
EL MOMENTO DE LA COMPRA.
A la hora de comprar unas zapatillas para Trail debemos tener en cuenta una serie de factores que pueden ser decisivos para la protección de tus pies; ante todo debemos comprobar el refuerzo, que estén dotadas de las protecciones adecuadas al uso que les vamos a dar, que sujeten el empeine eficazmente y que posean una amortiguación óptima. Además, hay que observar que la zona del talón tenga la rigidez suficiente para que no se produzca una torsión excesiva.
Siempre que se cumplan las premisas anteriores, es el momento de tener en cuenta las variables.
PARA QUÉ VAMOS A USARLAS: competición, entrenamientos, para uso mixto, para terreno compacto o suelto, muy técnico o con pocos obstáculos, etc.
- Según el uso al que vamos a destinar nuestras zapatillas.
- Zapatillas para competir: Su peso deberá ser ligero, rondará los 250 gr. , con horma generalmente estrecha y plantilla ligera, su drop suele ser bajo.
- Zapatillas para entrenar: Algo más pesadas, con mayor amortiguación (soportan más kilómetros), horma más ancha y mayor durabilidad.
- Zapatillas para uso mixto: Se usan tanto para entrenar como para competir, por lo que sus parámetros estarían entre los dos tipos anteriores.
- Según el tipo de terreno sobre el que correremos.
- Para terreno compacto y seco: Deben estar provistas de una suela con tacos más juntos y menos profundos.
- Para terreno blando y con barro: Exige unos tacos de gran tracción, más salientes y separados, para evitar la acumulación de barro. Serán más impermeables en la malla del "upper", pueden incluso llevar polainas o tejido Gore-tex.
- Para terreno mixto: Deberían situarse en un punto intermedio entre las dos anteriores. Un taco de 2 a 4 mm. sería suficiente para darte el agarre que necesitas casi en cualquier terreno.
- Para terrenos muy técnicos, con mucha dificultad: La zapatilla perfecta para suelos pedregosos debe tener una estructura de arco robusto, con mucha protección, pudiendo incluso incorporar placas en la suela para proteger tus pies del impacto de las piedras, y con tacos de al menos 5 mm.
- Para terrenos poco técnicos: Serán menos estructuradas, con menor saliente en taco y menor protección anti- impacto.
- Según la distancia que vamos a recorrer.
- Distancias cortas (inferiores a 15 km.): Zapatilla ligera, de perfil más bajo, menos estructurada, con horma estrecha y plantilla muy ligera.
- Distancias medias (entre 15 y 50 km.): En estas distancias debemos usar una zapatilla polivalente.
- Distancias largas y ultras (superior a 50 km.): Estas "zapas" deben ser de estructura robusta, con suelas reactivas, con mucha amortiguación, horma ancha y plantilla de gran calidad y mayor grosor. Deben proporcionarte mucha estabilidad.
- Según tu peso.
- Si tu peso está sobre los 70 kg. en hombres y 55 kg. si eres mujer, tus zapatillas serán ligeras, con menor necesidad de amortiguación.
- Si pesas entre 70 y 80 kg.- hombre y 55 a 65 kg.-mujer, tus zapatillas deberían tener algo más de estructura y mayor amortiguación.
- Y si tu peso está por encima de los 80 kg. si eres hombre y 65 si eres mujer, la estructura debe tener más cuerpo y una amortiguación máxima.
Las marcas deportivas luchan por alargar la vida de sus modelos de zapatillas incorporando continuamente materiales novedosos, pero lo cierto es que ninguna te va a durar eternamente.
Cuando, después de algunas "relaciones fallidas", te "enamoras" de esas zapatillas que son "para ti", lo primero que debes asumir es que tienen fecha de caducidad.
La mayoría de expertos de trail sugieren que la vida útil de unas zapatillas para correr por montaña debería medirse en kilómetros, nunca en tiempo de uso.Aunque no existen datos exactos, la horquilla estaría entre los 800 y 1000 km, llegando a los 1300 km. "si no han muerto antes".
Pero no solo deberíamos tener en cuenta el kilometraje de las zapatillas, hay mucho más; existen numerosos factores a tener en cuenta a la hora de "jubilarlas": la forma de pisar, el tipo de terreno por el que corres, las temperaturas a las que se ven sometidas,…todo contribuye a su desgaste.
Es muy probable que tú mismo notes que ya no amortiguan como antes, o incluso veas cómo se van deformando (agujeros en la malla, suela muy desgastada o desviada, menor adherencia al terreno); pero también debes observar cómo te sientes tú cuando las llevas: si te duelen articulaciones como rodillas o cadera; es señal de que ya va siendo hora de comprar unas nuevas.
CONSEJOS DE UNO QUE HA GASTADO MUCHAS "PERRAS" EN ZAPATILLAS.
- Elige unas zapatillas con las que te encuentres como en una nube; si te hacen rozadura en algún punto concreto del pie al probártelas, olvídate de ellas, no son para ti. Lo ideal sería poder mover todos y cada uno de tus dedos dentro de la zapatilla; es vital para tu comodidad y salud que se adapten a tu pie, no tu pie a ellas.
No va a ser fácil, debes tener paciencia y "besar algunos sapos" antes de conocer a las "zapatillas de tus sueños". Todos nos equivocamos por inexperiencia, TODOS.
- Calcula siempre al probarte unas zapatillas nuevas que te quede 1 cm. sobrante en la puntera. Durante una competición o entrenamiento, las puntas de los dedos se ven sometidas a mucha presión, sobre todo en bajada, y pueden hincharse un poco; tenlo en cuenta.
- Ojo a la densidad de la entresuela, el material deberá ser más denso a distancias más largas o si tienes mucho peso corporal.
- Intenta no cometer el error de usar tus "zapas buenas" para otras actividades, como hacer recados, o para entrenos de diario; haz como hacían nuestras madres con la "ropa de salir", resérvalas para "momentos especiales".
Ten en cuenta que su vida útil no es muy larga, no son baratas y cualquier uso que les demos va acumulando kilómetros.
- El siguiente consejo es algo muy personal, pero yo "jamás las lavo en la lavadora"; siempre las limpio con un trapo, un cepillo para tejidos y un poco de detergente- a criterio de cada uno-, enjuagando el trapo en agua limpia varias veces hasta que están limpias, y tan solo lavo las plantillas frotándolas con un cepillo y detergente, aclarándolas muy bien y dejándolas secar sobre una superficie horizontal, sin pinzas.
- ¿Eres de los que te gusta tenerlo todo "controlado"? Guarda la caja de las zapatillas y pégales una pegatina donde puedas ir "haciendo muescas": anota los kilómetros que haces con ellas, ahí tendrás un cuentakilómetros casero. Puedes ponerte un recordatorio en el móvil cuando veas que se acerca la hora de su "jubilación obligatoria", así podrás ir ahorrando para el próximo "cambio de ruedas".
- Por último, pero no menos importante, nunca estrenes zapatillas en una competición, te arriesgas demasiado a sufrir todo tipo de "desgracias", como ampollas, rozaduras, uñas negras, incluso torceduras. En un próximo artículo me gustaría abordar el tema de la higiene y cuidados de los pies del corredor; ya veremos.
GLOSARIO DE TÉRMINOS:
Drop: Se trata de la diferencia de altura en milímetros entre la puntera de tu zapatilla, donde se sitúan los dedos y el antepié y la zona de apoyo del talón; esto es, el grado de inclinación en la pisada con esa zapatilla en concreto. Suele oscilar entre 0 y 12.
Un drop de 0 a 4 mm. te daría una posición lo más natural posible, es lo que ocurre con las minimalistas, pero generalmente, a menos que lo hayas entrenado mucho y tu filosofía sea esa, todas las zapatillas para trail te vendrán con un drop entre 8 y 10 aproximadamente.
Una zapatilla con drop bajo (2-4 mm.)hará que la zona de la fascia plantar esté más tensa, recomendable para corredores rápidos.
Un drop intermedio (entre 4 y 8 mm.) limita la tensión y la fatiga en los tejidos de talón y fascia.
Con un drop alto (entre 8 y 12 mm.), los corredores de distancias largas estarán más cómodos, también los que se están iniciando en esta disciplina. También en casos de fascitis plantar recurrentes se recomienda un drop máximo.
Muchos atletas aconsejan el uso de calzado con bastante drop, con entresuela más bien gruesa, por su mayor durabilidad; pero no hay consenso sobre este tema; lo que está claro es que el tipo de drop determina la zancada.
Upper: Parte superior de la suela, generalmente fabricado en malla o tejido técnico muy transpirable que recubre la zona del empeine, los laterales del pie y el talón. A veces se usa entre sus componentes el gore-tex para darle mayor impermeabilidad. Garantiza el ajuste del pie de forma segura, proporcionándole ventilación.
Protecciones: Una buena protección garantiza una biomecánica correcta y segura.
Las protecciones en una zapatilla de Trail running incluyen:
- La suela: Suele ser de goma, caucho o ambos materiales combinados. La goma dura más, pero el caucho es más flexible, aumentando la amortiguación; es cuestión de preferencias.
- La entresuela, algunas llevan incorporada una placa anti-piedras. La entresuela o mediasuela estará fabricada en espuma o fibra de carbono más o menos densa que amortigua el impacto en cada pisada; permite la transición y da estabilidad a tus zapatillas.
Es lo que le da altura a tu zapatilla, lo que conocemos como perfil (el perfil se mide en milímetros y es lo que separa el pie del suelo); este perfil puede ser bajo o muy alto; esta diferencia de altura entre el perfil delantero y el trasero es el anteriormente citado drop.
- La puntera de goma u otro material, reforzada, con la suficiente anchura para que el antepié flexione con naturalidad hacia adelante y hacia los lados.
- El cuello del tobillo es igualmente importante, debe mantener el talón en su sitio.
- La lengüeta protege el empeine de los cordones, evitando además que nos entre polvo y piedrillas en la zapatilla.
- Los cordones serán ajustables, con gran variedad de sistemas de cierre para amoldarlos a todos los tipos de pie, su ajuste debe proporcionarte comodidad y seguridad, debe permitir que el arco se flexione en cada zancada.
- El talón o talonera suele estar fabricada en plástico o tela, debe proteger el talón de Aquiles y permitir el movimiento natural del tobillo.
- El arco o puente es la zona donde se produce la articulación de la zapatilla, debe facilitar la flexión (flexibilidad longitudinal) y la torsión(flexibilidad transversal).
- Toda zapatilla llevará una plantilla interior, acolchada y normalmente perforada y de diferentes materiales. Une la mediasuela con el pie. También existen plantillas para casos especiales pautadas por el especialista, con el soporte específico para tu pie.
- La horma de la zapatilla, que suele ser curvada o semicurvada con el fin de proporcionar mayor apoyo al arco de tu pie, pero también puede ser recta.
En mi opinión, se trata de buscar el equilibrio entre la necesaria estabilidad, la sujeción justa, una amortiguación suficiente y sin perder la sensibilidad en la pisada, la sensación de contacto con el terreno. Después de todo, tus zapatillas son las que te mantienen con "los pies en la tierra".
"CUANDO EL CAMINO ES DURO, SOLO LOS DUROS SIGUEN CAMINANDO"