LA RELAJACIÓN: CALIDAD DE VIDA.

04.09.2023

La relajación es una parte esencial del entrenamiento y la competición; igual que debemos calentar antes de un entreno, es necesario relajarnos después de él.

Es imprescindible que nuestro organismo se relaje para recuperarnos de la fatiga; pero esta relajación no debe ser solo física, sino también mental.

Además, al reposo debe llegar de manera progresiva; no es sano parar de golpe tras una actividad física, especialmente si es de intensidad alta. 

Físicamente, nuestros músculos deben dejar de contraerse y recuperarse del esfuerzo, el corazón debe reducir progresivamente su ritmo, nuestras reservas de energía deben reponerse poco a poco, debemos "desinflamarnos" y reducir nuestra presión arterial y nuestra temperatura corporal.

Durante el proceso de "desaceleración" haremos estiramientos con el fin de que nuestra sangre circule por la musculatura. Dar pequeños sorbos de líquido también ayudará a la oxigenación de nuestro cerebro.

Asimismo, nuestro sistema nervioso debe "reoxigenarse". Con el ejercicio, se han producido miles de reacciones químicas en nuestro cerebro, que también debe volver a la calma.

En definitiva, los cambios que se producen en nuestro organismo con el ejercicio físico son tan grandes que es absolutamente esencial la relajación.

Para algunas personas es suficiente con respirar adecuadamente; para otros es necesario estar solo durante un rato, recibir un masaje, tomar una infusión y darse una ducha cuanto antes; da igual cómo sea el proceso, lo importante es que encuentres tu forma de relajarte.

Existen innumerables técnicas de relajación- yoga, mindfulness, meditación, etc, pero sea cual sea la que elijas, debe ser complementaria a las técnicas de respiración. Si notas que te cuesta relajarte, prueba con la técnica que más te atraiga.

TÉCNICAS DE RESPIRACIÓN.

Debemos hacer respiraciones profundas, inhalando bocanadas largas y exhalando despacio.

· TÉCNICA DE LOS 4 SEGUNDOS.

Inhala por la nariz durante 4 segundos, mantén el aire en los pulmones durante 4 segundos y exhala por la boca durante otros 4 segundos.

· RESPIRACIÓN ABDOMINAL.

Túmbate boca arriba; pon una mano sobre tu pecho y la otra sobre tu barriga, por encima del ombligo.

Inhala notando cómo se llena de aire tu barriga, aguanta unos segundos y exhala contrayendo los músculos abdominales.

· RESPIRACIÓN ALTERNA.

Tápate uno de los orificios de la nariz, coge aire por el otro; tápate ahora el orificio por el que has cogido el aire y suéltalo por el otro.

"Casi todo funciona mejor si lo desconectamos de vez en cuando" (Anónimo).